Cuidado con los fraudes en Twitter. No des datos de tu tarjeta


Twitter: que los anunciantes que estafan, no digan ni pío

Escrito el 21 de mayo de 2015 por Pablo Herreros en Medios y periodistas
Hace más de 5 años que publiqué esta maravillosa oferta con pinta de ser una estafa que se promocionaba por medio de anuncios en Facebook. Aquello hizo que la empresa que se anunciaba (MyBip.net) me mandase a unos abogados muy majetes que me amenazaron con una querella si no borraba mi artículo. Me regalaban 2 años de cárcel por “injurias y calumnias”, según el burofax de los susodichos; tuve que aguantar la bravuconada y les respondí contando su juego sucio en este otro post, tras lo cual no volvieron a dar señales de vida estos tipos tan cariñosos. Como decía, hace ya de eso cinco años, y Facebook, que consentía aquel posible engaño porque ganaba dinero con sus anuncios, no dijo ni pamplona.
Hoy me quedo pasmado de que la basura y el engaño en los anuncios en redes sociales siga igual o peor que entonces. He visto dos casos muy parecidos. El primero empieza con un tuit patrocinado que miles de personas nos encontrábamos casi a diario hace unos días en Twitter. Era este:
Estafa-Dron-Por-2-euros
Si pinchas, ves esta pantalla en la que confirmas tus datos y das OK al cartelito con letra pequeña, en la que hay un detalle crucial: que tienes que pagar cada mes 79,99 euros cada mes desde mañana, por un servicio de nosesabequé…
DandyBids-Estafa
Me parecía obvio que estamos ante un engaño. Yo es que tengo una opinión muy rara ;). Curiosamente, coincide con la de la Guardia Civil, que informó de esta oferta con pinta de estafa:
Y no es el único organismo público que se implica en abrir los ojos a los pobres incautos que piquen: el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), del Ministerio de Industria, ha publicado Mucho cuidado con los tuits promocionados, en donde explican de cabo a rabo en qué consiste este supuesto engaño de la empresa DandyBids.
Resumen de lo que a mí me huele a estafa (subrayo que yo soy muy tiquismiquis): metes tus datos con la ilusión de comprar el dron (un avión teledirigido a pilas que vale unos 50 euros), a precio de risa (2 euros). A cambio, te has suscrito, probablemente sin querer, a un servicio ‘premium’ de una empresa que te va a mandar información (seguro que valiosísima para mejorar tu vida) a cambio de sangrar tu tarjeta de crédito con la módica cantidad de 79,99 euros al mes. El negocio es redondo: cualquier persona normal tarda no menos de 2 ó 3 meses en darse cuenta -o más- de que tiene un cargo raro que no sabe qué es. Si eres rápido en detectarlo y denunciarlo, igual solo palmas unos 80 leuritos por cuatro meses, que son 320 del ala. Con ese dinero casi podrías haberte comprado una avioneta tamaño real para irte de vacaciones con tu familia…
Todo esto que has leído lo sabe Twitter. Se lo dijo mucha gente, se lo dijo la Guardia Civil, se lo dijo el mismísimo Ministerio de Industria, y se lo dijimos hace una semana y esta semana otra vez, varias personas a las que nos duele que dejen promocionarse a estafadores (o gente con pinta de serlo).
¿Qué hizo Twitter? Tardaron un poco pero cuando les llegó mucho ruido de quienes denunciábamos la posible estafa, cerraron la cuenta al anunciante y le pararon la campaña en seco. Bien hecho. ¿Problema? Como se ha democratizado tanto la publicidad en la plataforma, los listos se crearán una cuenta parecida y, con otra tarjeta de crédito, intentarán volver a la carga. De hecho, ayer mismo volví a ser spameado por una cuenta parecidísima y que lleva a un posible timo similar: te ofrecen comprar un iphone por 19,23 euros, cuando su precio oficial es de 699€. Misma mecánica: post en un blog, supuestamente independiente, de alguien que dice haber tenido la suerte de conseguir ese teléfono a ese precio y bla bla bla. La empresa a la que menciona es MadBid. Este es el tuit (¡Hola, Twitter! ;)):
Rincon-Red-MadBid-Fraude1
Y aquí cuentan su vaina (por supuesto, no lo enlazo):
Rincon-Red-MadBid-Estafa
Aquí se juntan dos cosas: Twitter tiene muy difícil perseguir cada posible fraude que se da gracias a su colaboración involuntaria (como plataforma publicitaria de gentecilla de distintos pelajes). Los malos mutan en mil nombres, visas, webs, etc. Es su negocio y lo hacen bien.
El reto para Twitter es doble: moral y tecnológico. Ambos están relacionados: Twitter dedicará personas y tecnología a supervisar campañas en la medida en que eso les sea rentable. Y el moral actúa en sentido inverso: cuanto más vigilen sus anuncios, menos rentabilidad tendrán, por dos razones: porque dedicar tiempo a supervisar cada anuncio hará que ganen menos dinero con esos anuncios (que requieren horas/hombre de su equipo), y porque si se ponen estupendos, se les caerán muchos anunciantes con los que ganan dinero.
En el buen balance de ambas cosas está la clave. Pero lo que parece evidente es que no podemos ser los usuarios críticos quienes demos la voz de alarma cuando cientos o miles de personas ya han podido ser engañadas. En este caso, Twitter tardó una semana entera, demasiado tiempo; y solo actuó cuando hasta El Mundo había publicado una noticia sobre el tema del dron por dos euros.
Esta anécdota es pequeña para ti y para mí, pero es una desgracia para mucha gente que será incapaz de recuperar los cientos de euros perdidos en DandyBids o en MadBids (si es que no son una misma cosa). Y el caso sirve, otra vez, para que reflexionemos sobre la capacidad de las grandes empresas 2.0 para hacer lo que quieran en un entorno que se les escapa a los propios gobiernos.
Contaba hace mucho en un capítulo de mi libro cómo la Policía se quejaba amargamente de que dependen de la buena voluntad de Twitter o Facebook para acceder a datos cruciales en delitos graves (al tipo que amenazó de muerte a Eva Hache lo detuvieron SIN la ayuda de Twitter). Y explicaba que esto es una pelea a nivel mundial: los Gobiernos deben legislar para que los delitos en países como España no dependan de que el Gobierno de EEUU obligue a una red social a colaborar con la justicia: si estás aquí para hacer negocio, deberías estar supeditado a obligaciones que no se fijen en el país en el que naciste, sino en aquel en el que operas.
Queridos amigos de Twitter: vuestra herramienta ha hecho el mundo más libre y mejor. La ética está en vuestro ADN. Que no os cuelen goles tan claros y que no seamos los usuarios quienes descubramos una campaña que hace daño a la gente. Sois una empresa que tiene en su esencia promocionar valores como la democracia y el juego limpio. Ahora os toca gestionar la etapa de madurez. Y en ella no cabe ponerse de perfil para ganar dinero: vosotros, más que nadie, tenéis que jugar limpio. Estoy seguro de que lo haréis ;).
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